viernes, 3 de diciembre de 2010

A ti que hoy no te soporto

No hay más que hojarasca
de plásticos vestigios,
tu armario está lleno
de máscaras
y definitivas heridas
tu voz cambia
como megáfono de pueblo,
y se prostituye
para guardar tus latidos.

Y yo qué sé,
tanta soledad te hace daño...
pero  ¿sola? cómo se puede estar sola,
si no estas ni contigo,
si guardas y no enfrentas al niño,
dentro reclama
tu vulnerabilidad,
"disque adulta",
el espejo se rompe cada vez que te ríes
falsa como un vestido,
frágil como el reflejo,
diseñada como tu intelecto.

Y frágil, tan frágil como un polluelo
que no sabe que es el Faisán que vuela,
aún con las alas de gallina.





América Zapata