Dime, habla, explícame,
No puedo salir de esta cárcel,
los barrotes están llenos de sangre
y dentro, me quiebro por partes.
Soy un ser lleno de luz que circunda
por el aire,
navega mi horizonte
en el latido de lo que veo
Soy vulnerable a que apaguen mi estrella
y te cuestiono
¿A dónde voy?
Mil caminantes frente de mí,
quieren guiar mis pasos,
y cada vez que cojo de su mano,
me contagian la indiferencia;
Aparecen gusanos en mis pisadas,
brota la muerte que estanca al espíritu,
los egos se devoran unos a otros,
para migrar al vació de su existencia,
¡me quieren guiar!
Con armas frías, llenas de deudas,
Con las manos oscuras,
amorfas, sin creación.
Sí, la indiferencia es un hueco que no me
habla, me abandona, me transgrede,
mutila.
¿Cuáles son mis armas,
cómo me defiendo?
Quiero defenderme de quienes me asesinan
Pero sólo tengo luz que ofrecer y se opaca
con todo lo que veo.
Dime, habla, explícame,
¿A donde voy?
Si mi pecho de niño envejece.
América Zapata