domingo, 25 de octubre de 2009

Concupiscencia



Indeciso acompañante,
que incita a devorar la mesura de un beso,
tras la fortuita cara del misterio
inmersa en la penumbra del tibio grosor,
aquel que se aclara como carmesí de labio tierno
por presión de cuerpos.

Temperatura de euforia,
desemboca en fisuras de conciencia;
como cualidad de filántropo, en espontánea ebriedad.


Cincel afilado,
disipado de recuerdos, retoca la pupila de un ávido
intento…

forma el surrealista parálisis de sí,
como magnetismo de humano,
como un perplejo error sin presidio,
sin dueño… voluntario.

Diluye la sal de contornos, con la delicia de algún vehemente frenesí.

Te pido, olvida rozar la fantasía de una virgen,
el clero interno del ego,
el mito, el eco.

Sólo sé el misil que juega con la ojiva de tiempo...


América Zapata

miércoles, 7 de octubre de 2009

Quimera estelar





Reino de anagramas
que juega con la conciencia del aire,
¡Sí!, la noche, bailarina de la luna,
indiscreta, intangible.

Escenario de misterios,
propietarios de algún soñador,
divisa identidad de algún cuerpo

¿Quién fuera?,
fortuito trébol del destino

Imitadora de luciérnagas,
que copula sobre el manto estelar

Guardiana de péndulo de reloj,
caricias repartidas,
de olor,
de anacoretas,
de canto,
oxímoron de oasis,
halagos de algún Dios…

¡Sí! es la Noche y no la Luna,
su adorno de locura,
para ser inadvertida y notarse silenciosa.

¡Me acongoja pensar
que solo admiraba aquel adorno sin sonrisa!

¡Sí!, es la Noche, un territorio sin mira.

América Zapata
_______

Lo dedico precisamente a la Luna de este mes. (Nuevamente se convierte en el centro de atención)
 
Ante la ironía de que en estos días la luna se roba el escenario de la noche y la oscura parece disfrutarlo.
La luna sin querer se convierte en la dulce melodía del aire, de los besos, se apodera de cualquier espejo, y manifiesta esa cualidad de hacerte sentir...


Traviesa, que juega con la niña de mis ojos.

Octubre me regalas el mejor verbo.