Mi libertad

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Libertad

Filarmonía de la virtud,
quisquillosa sonrisa del espacio,
del cronos,
continuidad sin rutina,
d i d a s c a l i a,

devoradora de mitos,  
apoteosis de un teatrero, 
el Mundo.

Te miro sobre el vuelo que matiza cerúleos,

acompañante en la danza de inquieta pupila,
en el recado de un vidrio roto,
en la meca de la sangre.

Cuando tu esencia vibra delirante por las grietas de mi piel,
una pluma de alpaca,

¡imponente!,

vacía su realidad, se incrusta en la fisura del ser
¡aparece la locura de una musa!

Junto a ti, olvido reducir a la verdad como una sola,
fluye el Quetzal de mi alma, desaparece alguna distorsión,
y me pierdo en el pubis de tu ser.

América Zapata

2009-05-24

Bajo las musas de una noche con problemas de identidad (Ya que hace calor como si fueran las 6 de la tarde),  efectos de Ella Fitzgerald y Joe Pass; hubo un momento del día que capto mi atención.

Repetir una pelicula que me gusta, atrévete amar " Jeux d Enfants" es francesa y la dirige, Yann Samuelly. (Sabes creo y el cine trasmuta, conforme creces, que la perspectiva cambia).

Así que ese sillón azul aterciopelado fue uno de los cómplices que compagino para tener un momento pleno, (y obviamente no puede faltar la comida); fue mi mejor silencio, risa, ironía del día, sentimientos que fluyen cuando la imagen logra esa similitud con la vida diaria y te hace huir a algún  recuerdo, algún beso, una palabra , algún suspiro o bien sentir, sólo sentir (me gusta) me parece ¡fascinante!

Aquella noche se mofaba de los gestos de mi rostro y las piernas cruzadas que sentían las manos nerviosas, el reflejo de mis ojos, creo, observaba el fruncido de mis parpados con el crecimiento de mi pupila, como lo suele hacer cuando sobresale el rojo en alguna toma llamativa.

Yo sentía el latido de aquella mujer, y de aquel hombre tras el acertijo del destino de alguna caja de dulces, que me hace imaginar ese carrusel; algo que controla cual destino sin miedo, en la inocencia de un niño y la coherencia de un adulto queriendo dejar de lado aquella pupila que sólo busca algo, vivir.

la ansiedad fluye y la noche mira y yo, sólo puedo decir, sí, me gusta el cine.

 

Partiste

Apenas si respiré cuando te fuiste.


Mira que el aire se tortura
al querer pasar por mi garganta
con las anginas contraídas

y el veneno de asfixia.


La idea de esperar lo inevitable,
es quizás confórmame

a ver cómo muta el espacio,

el aroma.


Las murallas de mis ojos se quiebran,

me duelen.

Es la esfinge que quiere hablar y su expresión,
rebota en el adorno de su boca.


Cual suela que sufre las estaciones del año,
resulta  ahora confusa e irónica.


Es el pasado que se va de tu lado

pero de lejos el presente tiene pies;
creo está contigo,
no quiero hablar ya del futuro.


Sé que estoy en el pasmo que juega con tu silencio,
en el éter de algún instante fotográfico,
yo sé,

se calca la tinta de mi pluma
y aún te tengo,

lejos,

pero así.


Me atosiga la impotencia de ser tan humana,
              ¡Odio la filosofía!
se vuelve tediosa, y física.


Pero tú tan visible en mis manos e intangible ante mi entorno,
lo sé, es ineludible pero cierto.


Mi dualidad perfecta, que evoluciona,
cual pétalo blanco, en la tolerancia del camino y el destino.


Me dejas así con tanto amor que crece y se estanca.


Pero basta escuchar tu voz,

palpar mis sueños

y sentir tu presencia.

______

Le dedico  a mi hermana, fue la primera vez que observe por detrás la imagen de la niñez, y de frente, la mujer que creció conmigo buscando independencia, pues bien dio uno de los principales pasos. Lo curioso es que siempre lo fue.
Precisamente la segunda vez que se fue a Canadá, descubrí que cada una estaba formando su camino. Pero cuando partió, todo cambió y volvió a la normalidad.
Sé que es parte de mi.
 
Éste será mi momento pero busca el tuyo y acomoda estas palabras para revivir tus sentimientos.

Intangible

Echados en las raíces del aroma

un sentir y algún cuerpo.

Comen manzanas, cambian antojos

como el sonido palpa su luz.

Echados bajo la euforia del triunfo

un sentir y algún cuerpo.

Comen arándonos, cambian caricias

como sonríe una mirada.

Echados bajo el éter del mundo,

una esperanza y algún cuerpo.

No dicen quiero, no llenan huecos

Cambian latido por latido.


América Zapata