jueves, 9 de febrero de 2012

Faisán

 
Faisán, te llamo,
a ti,
himno de sangre
en los nidos
del hombre.

Suplico tu vuelo
cuando enlute mi luz
abraza mi carbón, enciende
mi fuego, el fuego de mi témpano,
toca el telar del universo
el cuerno sagrado de mi pecho.

Filtra mi agua,
mueve mi viento
descubre mi silencio elemental;
recoge mis dudas,
penetra en mi con tus plumas
no permitas que olvide
la energía del espiral,
el lenguaje de la tierra,
las señales de su creación,
enséñame tu libro de retornos,
cántame,
hechiza mi canto una vez que lo calle
quítame la cobija de mi cuerpo,
recuérdeme la unión
que la nada de la humanidad
no me dañe,
regalame un espejo
como el agua al río y el río a mis arterias.

Espíritu de los siete cantos
háblame de la luna
cuando oculte al sol
y regrésame el violeta de tu nido
el nido de mi interior.



América Zapata

Este poema es dedicado al espíritu, e inspirado en el libro "La tierra del faisán y del venado", de Mediz Bolio, ya que el decía que según la percepción de los mayas, el espíritu era semejante al faisán ya que éste, está dentro del cuerpo y su trascendencia, se presenciará cuando emigre a otra dimensión.