domingo, 30 de mayo de 2010

Un perro abandonado

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consolador,
    distractor,
       control,
          temor,
            ficción,
              diabetes,
                hipertensión,
                    soledad,
                        vicio,
                           ceguera,
                               manipulación,
                                   comercial;



El televisor, es talentoso,



Pero ¿comó le hago yo?,
requiero demasiadas "virtudes",
para que mi amo
deje de pensar,
que soy autosuficiente.




América Zapata

Conformismo cacofónico de un lugar común


Y que hago ahora,
si todo me recuerda a ti,

¡sí me lo decías a gritos!

Recuerdo esa charla,
tus palabras.

“No me digas extraño, dime
sustituto”

y sí, te hice caso,
te convertiste en un maldito sustituto,

sustituto del recuerdo,
sustituto del sustituto,
institución sustituto,

El tutu que retumba en mi poca creencia a lo infiel,
en olvidar a otros por otros
en la rota, gorda, grieta,
en la ronda de cervezas.

Yo no entiendo
cuando te convertiste
en irremplazable,
             si eras sustituto.



América Zapata

Foto de Tina Modotti

Realidad ensimismada

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Ahora estoy aquí,
antes creí haber dibujado una escalera
que llegará a la conclusión de tus huecos,

pero el camino era tan largo
que me dio miedo mirar hacia abajo;

eso de continuar hacia el lado contrario
y creer que avanzo,

escuchar mis pasos y sentir
su ritmo como un tic-tac,
tic-tac dinamita.

dinamita suposición.

Exploté.

y ya no tengo ni tus ojos,
 ni tus labios.

me equivoque de trazo y caigo del otro lado,
la otra escalera en donde conozco
el tamaño, la dirección y el espacio,
el colchón que me espera.

Lo siento estoy mejor aquí en el hueco de mi miedo
que al tuyo le zumba un rato,
y al mío le falta llenarlo.




América Zapata

De Hombre a Mujer








Las metáforas de tu cuerpo tienen más incógnitas
que un acertijo,
todavía no las descifro.





                                        América Zapata

lunes, 10 de mayo de 2010

Contigo





Toca la esfinge dorada
del azulejo cielo.

Agárrate  de la pomposa ilusión,
aquella que vuela
en la volcadura ventosa
del suspiro cariño,

vierte la nostalgia
en el basurero,

ven aquí
coge de mi mano,
para charlar un rato
con los dedos.

Mira como la silueta se forma,
la sombra conjugación;
el sol se asoma y plasma lo que las almas
miran,

una fusión.

Adorna las grietas de la banqueta.

Siente el corto circuito
de la inhalación;

el corto de
todo alrededor,

fluye con la primera vocal,
el canto sireno de la natural esencia,
la vida.

Ven, 
vamos,
quiero charlar un rato,
estacionar las manecillas,
detener el péndulo,
olvidar el tic-tac.

Ven,
Vamos, 
vamos,
Es así cómo quiero
que se vean mis piernas
sin pies,

flotan, 
flotan.

Si tú platicas con mis dedos
con el corazón en las palmas
sin tacto,

Ven aquí a flotar un rato.


América Zapata


este poema fue escrito como petición de un amigo, para dedicarselo a una chava y hacerlo canción, recuerdo que aunque se casaron. Se nos olvidó dárselo. Y bueno yo me quedé con este cursi poema. En mi baúl de recuerdos. 

Hombre Bestia



Que soy ahora,
¿un amor oso?
hidra envenenada que mutiló
tu anhelo, para el destello concurrente
de un deseo que no tiene pies,
ni cabeza,

sólo deseo,
quizás piernas
que se doblan
ante el primer pecho
glúteo,
cuerpo.

Mi soledad abunda como
perro callejero,
el rumbo lo decide,

el hambre.

pero tengo un secreto
mis palabras son intactas,
yo soy así.

tu te mientes
yo no cambio.

soy apasionado
a lo mejor,
a lo peor,
a lo robado,

dime creatura rota
de estéril llano,

¿casco?

si no,
existe
la carne,
y mis colmillos
se afilan,
afilados.




América Zapata



Dedicado al perfume que sólo he de oler pero poco profundizar





domingo, 9 de mayo de 2010

Cobarde



Risible mi reflejo,
se acumula la mugre;
en las paredes,
en mis manos,
en los ratos libres,
tengo una maldita,
frígida,

nostalgia

por comer fobias en la mañana,
trasquila mi pecho,
látigos arrepentidos,
de esteparios silencios,
timidos
         sin muelas.

¿Qué hago para beber de ti?

Si estoy vacío,

requiero del movimiento
involuntario de tu cabello,
sentir la presencia misterio,
esa presencia permanente,
deseosa,
de cuando existe,
se olvida el reloj de continuar.

Yo formaba laberintos,
que retozaban en tus pechos
para resucitar en las curvas de dunas;
dunas morenas,
en invierno claras,
en primavera tiernas,
blandas,
mías.

Resucitar en el edén del latido,
Yo sentía y decía más,
pero ahora
 tengo un reencuentro
y no puedo decir quiero.

Mitos disolutos
confusos.

Eres el sublime aliento de la falda de mi niña
se dilata en la espera,
al imaginar,
el perfil pestañeo,
tu nariz afilada,
tus palabras,
tus deseos.

Ahora castigo desidia.

Miedos estertores,
mutilan al presente
y reviven las rupturas,
rupturas nulas,
poco superadas del antiguo
y remoto,

sí remoto,
       perturbador,
             traidor

Recuerdo.

Que hago hoy, si
conspira el espacio con la gravedad
                 y sólo existes tú.




Ejercicio de género de voz
Este poema corresponde al genero masculino
desde una perspectiva femenina
ya que es la historia de un amigo
que me presto su experiencia
para poder leer la composición
con una canción que el escribió
a su antes ex novia-ahora novia.