Y que hago ahora,
si todo me recuerda a ti,
¡sí me lo decías a gritos!
Recuerdo esa charla,
tus palabras.
“No me digas extraño, dime
sustituto”
y sí, te hice caso,
te convertiste en un maldito sustituto,
sustituto del recuerdo,
sustituto del sustituto,
institución sustituto,
El tutu que retumba en mi poca creencia a lo infiel,
en olvidar a otros por otros
en olvidar a otros por otros
en la rota, gorda, grieta,
en la ronda de cervezas.
Yo no entiendo
cuando te convertiste
en irremplazable,
si eras sustituto.
América Zapata
Foto de Tina Modotti
1 comentario:
El Tú, el Yo, y el Tú y YO, en ocaciones es la "Química" otras... la "Física", mientras una de ellas esté aquí... todos está bien, todo vive, aunque no parezca.
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