domingo, 9 de febrero de 2014

El beso del aire

El viento no sabía cómo retener el agua. Una vez intentó acariciarla, y se hizo una tormenta; después la abrazó, y se hizo un tornado. Él asustado, no sabía cómo formar parte de ella, se preguntaba ¿Cómo ser algo más que una fórmula? sin ser consciente de ello. Quería más que observar: besarla, habitarla, liberarla. Era imposible ver ¡cómo se perdía en el asfalto! se partía en la polifonía de las piedritas... ¡perdía su rastro! él quería morir con ella. 

Entonces recorrió su micro espacio y se convirtió en una pequeñita esfera. Sin darse cuenta, la pancita de la gota, burbujeó. Ella, la gota, sentía mariposas, se sentía gaseosa. Fue todo un espectáculo.

A lo lejos -en la armonía de la lluvia- una gota flotaba y tardaba en llegar al suelo. 
Fue todo un acontecimiento cuando cayó y la gota notó, la presencia del aire. 


América Zapata





No hay comentarios: