sábado, 11 de julio de 2015

Embriagada de sueño




La intermitente de las sombras
son anzuelos de
las bancas del parque

la templanza, recoge heridas, 
para hacerlas sábanas y
proteger del frío a los
dormidos

-recuas perdidas
mudos de las impotencias
fóbicas.-

Los locos somos tan sólo
los ritos del  imaginario

Tras dibujar la urbana estela del ayer
la oscuridad tiñe
por momentos
la luz

prende
La causalidad,

-Descorche del tiempo-

Ya  la nocturna contó
con malicia las cucarachas
que comen las sobras del olvido.

Miles de transeúntes hieren las flechas
de las estrellas
y dormitan en sus mentes
mientras que mis hienas del descanso
trotan hacia ellos envidiosas.

absorben con
sus ojos cerrados,
al mundo:

imparable latido

Esta impotencia de no dormir

De contemplar la
epopeya soliloquia,
monólogo fiero,
 para atormentar las
cloacas de los oídos
descompuestos 
que no tienen
fondo.

A sí se encienden
los cigarros de la soledad,

Esta inverosímil
forma
de sacarle a la realidad
la lirica del insomnio.

y delirar bajo la bóveda celeste.



América Zapata

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