La epifanía de tus labios
arrancaron
el cairo del silencio,
en las calles del pensamiento
Como si el misterio
se quedara en la locomoción del verso.
Ya no se puede Intentar
detener la estática
que navega en el vientre
como
un t o r b el l i n o
de agua
en la piel del
destino.
Te apareces así como sale el sol,
de repente,
todos los días
América Zapata
De esos poemas que estabas a punto de dedicar, y te quedas en el "intento", (por que no pasa por tu mente hacerlo) ya que no sueles escribir este género jajaja salud por el segundo o tercer poema romántico de su servidora... Que lata fuerte el corazón y que se estremesca al mundo con su fuerza.
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