Se sientan los gigantes en
los globos
los globos
cada vez que los colores
los sueltan.
los sueltan.
Hacia el suspiro de la lejanía,
un verso colgaba
de las orillas de un h
i
l
o
de las orillas de un h
i
l
o
mientras se iniciaban
a escribir las nubes
a escribir las nubes
la caricia de la ventisca
penetraba en
penetraba en
la locomoción del aire
como si mi respiración fuera
un acto consciente
de mi nariz
de mi nariz
en ella los bellos
con un vals improvisado
con un vals improvisado
un tango
sí conectara la garganta...
y antes de voltear
y antes de voltear
o
l
e
i
nuevamente al c
l
e
i
nuevamente al c
se incendiaban
mis ojos de niña
mis ojos de niña
al ver tal ¡magnificencia!
de lo que puedo imaginar
de lo que puedo imaginar
con tan solo escribir,
que tengo los ojos cerrados.
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